Por qué es esencial tener la instalación fotovoltaica correctamente conectada y registrada en la DGEG

La energía solar se ha convertido en una de las formas más eficientes de reducir costes y aumentar la autonomía energética tanto en viviendas como en empresas. Sin embargo, para que un sistema fotovoltaico funcione correctamente y ofrezca el rendimiento esperado, es fundamental garantizar dos aspectos clave: una instalación técnicamente correcta y el registro obligatorio en la DGEG.

Aunque muchos sistemas se instalan con buena intención, no es raro encontrar conexiones incorrectas, dimensionamientos inadecuados o instalaciones que nunca llegaron a legalizarse. Estos detalles, aunque parezcan menores, pueden comprometer seriamente el rendimiento diario y la seguridad del sistema.

Instalaciones mal conectadas: un problema frecuente

Uno de los principales factores que reduce la eficiencia de un sistema fotovoltaico es la conexión incorrecta de los paneles o el dimensionamiento inadecuado de las cadenas (strings) en relación con el inversor. Cuando la configuración técnica no es la adecuada, el sistema produce menos energía de la que debería, lo que obliga al usuario a consumir más electricidad de la red y aumenta notablemente la factura.

• Entre los problemas más comunes se encuentran:
• Paneles conectados de forma incorrecta
• Strings mal dimensionadas para el inversor
• Protecciones eléctricas incompletas o mal ajustadas
• Configuraciones que no corresponden al perfil real de consumo

Estos errores pueden pasar desapercibidos durante meses o incluso años, manifestándose únicamente a través de una baja producción, un desgaste prematuro de los equipos o costes energéticos inusualmente elevados.

La importancia del registro en la DGEG

Tras la instalación, todos los sistemas de autoconsumo conectados a la red deben estar registrados en la DGEG (Dirección General de Energía y Geología). Este proceso es obligatorio y garantiza que la instalación cumple con las normas técnicas y de seguridad exigidas por la legislación portuguesa.

• Legalizar el sistema aporta varias ventajas:
• Reconocimiento oficial de la instalación
• Acceso a los regímenes de autoconsumo
• Posibilidad de vender excedentes a la red
• Protección en caso de inspecciones o auditorías
• Mayor seguridad eléctrica y operativa

Sin esta legalización, pueden surgir problemas con entidades fiscalizadoras, aseguradoras o incluso en el momento de vender la propiedad.

Qué debe verificarse en una instalación fotovoltaica

Para garantizar que un sistema funciona con el máximo rendimiento y cumple con los requisitos legales, es esencial realizar una evaluación técnica completa. Esta verificación debe incluir:

• Revisión de los equipos instalados
• Verificación de protecciones y cuadros eléctricos
• Análisis de conexiones y dimensionamiento de strings
• Confirmación de la compatibilidad entre inversor y potencia instalada
• Emisión del termo de responsabilidad por un técnico acreditado
• Elaboración y presentación del proyecto eléctrico en la DGEG, cuando sea necesario

Estos pasos aseguran que el sistema es seguro, eficiente y capaz de operar con el máximo rendimiento durante toda su vida útil.

¿Por qué todo esto marca la diferencia?

Cuando una instalación fotovoltaica está correctamente configurada y legalizada, el usuario obtiene:

• Mayor producción de energía
• Reducción significativa de la factura eléctrica
• Funcionamiento seguro y estable
• Revalorización del inmueble o empresa
• Tranquilidad en términos de cumplimiento legal y técnico

Por el contrario, un sistema mal conectado o sin registrar puede generar pérdidas de rendimiento, riesgos eléctricos, imposibilidad de vender excedentes e incluso problemas legales.

Conclusión

Instalar paneles solares es una excelente inversión, pero el verdadero retorno solo se obtiene cuando el sistema está correctamente conectado y debidamente registrado en la DGEG. Estos dos pasos garantizan seguridad, conformidad legal y eficiencia máxima.

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